jueves, junio 29, 2006

Cuando todo parece ir mal

¿Te ha pasado el que a veces parece que todo te va mal?... Hay un problema y... aparece otro, y otro... Es la ley de Murphi: un problema siempre viene acompañado de muchos otros. Seguro que te ha pasado. A mí me ha pasado y... quizás este sea uno de esos momentos en mi vida. Pero digo "quizás" porque decir que "todo me va mal" no me parece justo ni coherente. ¿Por qué?...
Sí, puede que haya problemas y situaciones muy dolorosas en mis personas y seres más queridos. Sí, puede que estos problemas se enlazan: apenas ha acabado uno, empieza otro. Sí, puede que nos llevemos grandes desilusiones y que en momentos que deberían ser de mucha felicidad, el entorno cada día da más motivos para entristecer, para llorar... Pero aún así, no puede decir "todo me va mal". ¿Por qué?...

He nacido en una familia creyente. Me han educado y querido, y he podido conocer el mensaje que da sentido a la vida desde bien pequeñito.
He tenido siempre, y tengo, un plato para comer. No tengo que levantarme y pensar si encontraré algo para echarme a la boca, pues puedo hacer todas las comidas al día que quiera.
No tengo miedo del frio invernal. Mi casa tiene calefacción.
El calor del verano no me deshidratará. Puedo sacierme de agua, incluso aplacar el calor con aire acondicionado.
Tengo amigos con quien hablar y reir.
Tengo una chica, esposa dentro de poco, a quien amo con todo mi corazón, ¡y me corresponde!
Tengo a Dios. A quien intento seguir y amar no por lo mucho que me da, sino porque Él es Dios. Y ese amor que no es por interés (no debería serlo), ha de reflejarse en todos los momentos, los buenos y los malos, los de escasez y los de abundancia.

Lutero decía que sin el Espíritu Santo obrando en la vida de un hombre o mujer, la secuencia normal de la tribulación es:
"La tribulación produce impaciencia; la impaciencia, obstinación; la obstinación, desesperación; y la desesperación conduce al fracaso"

Pero en el creyente, el Espíritu Santo cambia la secuencia:
"La tribulación produce paciencia; y la paciencia, carácter probado; y el carácter probado, esperanza; y la esperanza no desilusiona" (Romanos 5:3-5)

¿Parece que todo va mal?... Tú lo has dicho, "parece". No todo va mal, nunca todo irá mal porque hay algo, una esperanza, que nunca fallará, nunca desilusionará. Y como dije, todos hemos PASADO por momentos así. Es cierto. Los hemos pasado porque, TODO, hasta lo peor, pasa.
Como dijo el propio Pablo, muchísimo más experimentado que yo en tribulaciones: "pues esta leve tribulación MOMENTÁNEA produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria" (2 Corintios 4:17).

5 comentarios:

Anónimo dijo...

guau!!!!, que paralabras tan sabias me levantan el animo.

Saludos Nancy Islas

Anónimo dijo...

Muy motivadora tu publicacion.

Saludos.

Eric desde Perú

Anónimo dijo...

gracias por tus palabras, me ayudaron a tomar perspectiva nuevamente.
Dios bendiga esa fidelidad.

Anónimo dijo...

Gracias, me ayudaron mucho tus palabras, estoy pasando por malos momentos, pero aun hay esperanza...

Anónimo dijo...

Siempre te dicen lo mismo, siempre esperas lo mismo y nunca pasa nada. No me parece motivador