viernes, junio 16, 2006

Alegrías y prioridades

Llega ya el fin de semana y... ¡me voy a ver a mi novia!. Llevamos casi 5 años saliendo juntos, llamándonos todos los días (la tarifa plana telefónica fue un buen invento) y viéndonos casi todos los fines de semana y en vacaciones.

Esta vez voy a presenciar una ceremonia especial: su gradaución. Sí, después de 3 años ha conseguido la diplomatura de enfermería. Aunque hoy le felicitaré en persona, quiero aprovechar el blog para hacerlo: ¡¡felicidades cariño, te lo mereces!!

Dentro de muy poco (apenas 3 meses) el noviazgo dará inicio a una nueva etapa: ¡nos casamos!

Espero darle todo lo mejor, ser de ayuda idonea. Entender bien dónde está mi Jerusalén (Hechos 1:8), viviendo de forma práctica nuestras prioridades:
1.- Dios-Familia
2.- Dios-iglesia
3.- Dios-(lo que quieras seguir poniendo)

Entiendo que la familia está antes que la iglesia.
En el contexto de la atención a nuestros familiares (viudas), Pablo dice:
"Pero si alguno no provee para los suyos, y especialmente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo." (1 Ti 5:8)

Refiriéndose a los requisitos de los ancianos dice:
"Que gobierne bien su casa, teniendo a sus hijos sujetos con toda dignidad
(pues si un hombre no sabe cómo gobernar su propia casa, ¿cómo podrá cuidar de la iglesia de Dios?);" (1 Ti 3:4-5)

Este requisito se aplica a los ancianos/pastores, es algo que en ellos ha de ser necesario para desempeñar tal responsabilidad, pero podría ser aplicable a cualquier creyente.
Lo de "sujetos" a veces se ha entendido y aplicado como ser un tirano radical con los hijos, aplicando dura y poco razonada disciplina, mientras que por otro lado la familia (mujer e hijos), a efectos prácticos, siempre han sido el último mono.

¿Qué es tener "sujetos" a la familia sino dedicar tu tiempo, esfuerzo, entrega y prioridad?...
¿Cómo se puede "gobernar" una casa si apenas estás en ella?...

Sobre las prioridades, pienso que no es que Dios haya de ser lo primero, luego la familia, luego la iglesia, luego... sino que Dios ha de ser lo primero en todo: Dios-familia, Dios-iglesia, Dios-trabajo,... Nuestra vida cristiano se supone que no está fragmentada en compartimentos, ¿no?...

Deseo que mi futura esposa y yo caminemos juntos, cogidos de la mano y mirando a Dios.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si algún día veo que has olvidado tus prioridades... te las recordaré! Te leeré lo que tú mismo has escrito y haré que tu memoria se refresque. Te has comprometido, eh?

:-)