miércoles, noviembre 15, 2006

La hora de la comida


Hace un par de semanas, mi mujer y yo hablamos sobre la necesidad de encontrar un momento al día para leer juntos la Biblia.
¿Cuando será mejor?... ¿después de llegar de trabajar?... ¿al empezar el día?... La verdad es que cada uno puede tener sus preferencias. A mí, personalmente, de buena mañana me cuesta bastante... Después de hablar un rato y hacer diferentes propuestas decidimos hacerlo justo después de comer.

Llevamos ya más de dos semanas leyendo el evangelio de Mateo. Ahora, nuestra hora de comer se ha convertido también en nuestra hora de alimentarnos juntos de la Palabra de Dios.

La lectura de la Biblia es vital para cualquier cristiano. La pena es como, en muchos casos, la tenemos cogiendo polvo en nuestras estanterias. Hacemos muchas cosas para el Señor, estamos involucrados en un montón de actividades relacionadas con la iglesia, etc... pero la Biblia, los documentos fundacionales del cristianismo, la tenemos apartada de nuestras vidas.

Yo nunca me he olvidado de la hora de comer. Ahora, espero, no olvidarme tampoco de la hora de comer... con la Biblia.

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