martes, agosto 08, 2006

Sobre campañas y amigos

Ayer fue mi cumpleaños. Hice 26 años. No sé si a ti te ocurrirá, pero el celebrar el cumpleaños suele llevarme a pensar en cómo han transcurrido esos años que ya quedaron atrás...

Casi desde que nací hasta los 8 años estuve celebrando mi cumpleaños en un camping. Allí pasaba todos los veranos y todos los fines de semana del año. Coca Cola, papas, ganchitos, sandwiches de "fuagrás",... A los 8 años mis padres, que aunque era creyentes estaban alejados de la iglesia, decidieron volver. Por lo que dejamos el camping y ahora pasaba los fines de semana en la iglesia. Mis cumpleaños a partir de aquel momento pasé a celebrarlos en "Ventamina" (una zona de montañas cerca de Valencia). Allí, un día como hoy, celebraba mi cumpleaños junto a mis hermanos y primos más cercanos. Fue más o menos así hasta que, en el 1997 me fui a finales de julio para participar en mi primera campaña evangelística. A partir de aquella campaña estuve celebrando mi cumpleaños junto a mis amigos de las campañas (me organizaban fiestas "sorpresa" muy originales).

La verdad es que suelo recordar esa época con mucha añoranza. Hoy pensaba, ¿por qué?... Y me doy cuenta que fue en esas campañas donde me comprometí "en serio" con Dios. No es que me conviertiera allí, pero descubrí aspectos del cristianismo que desde hacia tiempo había estado buscando.
Fue donde descubrí mis dones, donde se me animó y ayudó a desarrollarlos y... también fue donde conocí a mis mejores amigos y a la que dentro de poco será mi mujer. Creo que es motivo más que suficiente para acordarme de esa época como muy especial para mi vida.
Durante esas 7 campañas evangelísticas celebradas a lo largo de 6 años aprendí muchísimo. Poniendo que cada campaña duraba una media de 11 días, pasé allí 77 días de mi vida. Algos más de dos meses. Y en esos 77 días aprendí más del Señor que en 10 años de escuela bíblica dominical y cultos todos los fines de semana. Le doy gracias a Dios por todos los años de escuela bíblica, pero también por poder disfrutar de 77 días donde compartir, aprender y servir junto a hermanos y hermanas de los que aprendí mucho.
Conocí qué era tener una vida "consagrada" a Dios, dedicada a Él, donde Dios era de forma práctica y real lo más importante y el centro de la vida. No era gente perfecta, no hay lugar dónde encontrar a gente así, pero sí que eran cristianos con ganas de vivir el cristianismo de cristo. Con sus equivocaciones y errores, también aciertos, pero sobretodo con un corazón que buscaba agradar a Dios.

Conocí pastores con una clara pasión por dar a conocer el evangelio. Conocí "líderes reputados", que sabían griego y hebreo bíblico, pero que barriendo con una escoba después de comer y recogiendo las mesas, fue como mejor aprendí de ellos.
Y conocí a grandes amigos. Ellos no lo saben, pero justo antes de ir a mi primera campaña (Agosto de 1997 en varios pueblos del interior de Valencia) le pedí al Señor por amigos. Amigos y amigas con los que poder compartir y... me los dió. ¡Un verdadero regalo de Dios!

Hoy, de ese grupo de amigos, mantengo contacto con algunos. Unos siguen en Madrid, otros (que se casaron) estudiando en un seminario en Austria, otro ahora en Málago preparándose para alfabetizar en pueblos indígenas con la Biblia, otro se hizo novio de mi prima (lo más parecido que he tenido a una hermana), otra viajando constamente por el mundo, visitando a su novio Sueco,... ¡no para!. Y otra de ellas... en fin... le pedí matrimonio y... ¡dijo que sí! ;-)

Como he dicho, hay algunos con los que, por diferentes razones, no hemos mantenido contacto, pero aún así, me sigo acordando de ellos y les agradezco todo lo que Dios me ha dado a través de sus vidas, de su ejemplo, de sus risas,...

Si algunos de vosotros estáis leyendo esto: GRACIAS. Gracias por darme vuestra amistad.

No hay comentarios: