martes, julio 11, 2006

¡SORPRESA!


Estos días mi teclado está seco. Tengo bastante trabajo en la empresa y, por otro lado, estoy ya casi con los últimos preparativos de la boda: invitaciones, detalles del viaje, compra del traje (¡lo compramos ayer mismo!), alquiler del piso,...

Mientras encuentro algo de tiempo e inspiración, os dejo con un artículo de un reconocido teólogo y erudito bíblico latinoamericano: Juan Stam. El artículo se titula: "¡Sorpresa! ¡El 666 no es 666!". Al margen de las posiciones interpretativas que cada cual tenga con respecto al tremendo y profundo libro de Apocalipsis, este interesantísimo estudio me ha recordado algo que a veces olvidamos los creyentes:

Es muy cierto que la Biblia es "apta para todos los públicos". Es cierto que el Espíritu Santo nos guia a entender su Palabra. Lo que no es cierto es que eso nos libre de un estudio profundo de las Escrituras para poder entenderla mucho más ampliamente. No es cierto que leer libros escritos hace casi 2.000 años (si nos referimos a los del nuevo testamento), escritos en idiomas ya clásicos e impregnados en una cultura tremendamente lejana y profunda (como es la judía con influencias helenas), sea lo mismo que leer el periódico de hoy.

Esto me hace tomar 2 actitudes:
- Tengo que estudiar la Biblia con profundidad.
- En aspecto poco claros y complicados (como pódrían ser ciertos detalles escatológicos, por poner solo un ejemplo), deberíamos ser muy precabidos y respetuosos en nuestras afirmaciones. "En lo esencial, unidad; en lo dudoso, libertad; en todo, caridad" (frase atribuida a San Agustín).

La Biblia es la Palabra de Dios, no es mi palabra. Y, no pocas veces, tanto en sectores "liberales" como "conservadores", se utiliza para fundamentar nuestras palabras, nuestras opiniones o lo que nos enseñaron nuestros pastores, maestros y discipuladores. Sí, defendemos a capa y espada, como buenos cristianos y protestantes, que la Revelación de Dios se encuentra en la Biblia y no en esta junto con la tradición (como dicen los católicos), pero... ¿qué estamos haciendo cuando decimos: "Esto es lo que siempre me enseñaron"?... ¿No estamos amparando nuestras interpretaciones en nuestra "tradición"?...

Creo que debemos tomar la Biblia mucho más en serio. Esto será vital para que no nos den "gato por liebre" . Seguro que estudiando profunda y sinceramente la Biblia nos llevamos muchas sorpresas. ¡Ojalá mi lectura diaria de la Biblia estuviese llena de sorpresas!

1 comentario:

Alex Rodriguez dijo...

Estoy de acuerdo, Marcos. La Biblia siempre deberá ser nuestro estándar interpretativo, y no nuestras tradiciones (las cuales siempre existirán, pero tendrán que ser siempre escrutinizadas por las Escrituras).

En Su reposo,

Alexander Rodríguez