Diario de un misionero en Perú (3)

Os dejo con otro de los detalles de nuestros misioneros en Perú, y esta vez, con foto y todo!


Día 8. 14 de agosto.

El devocional por la mañana lo preparó Eva R. Dios confirmó que cada uno de nosotros esta aquí por que él quiere para servirle.Dios se alegra por que le servimos. No nos ha elegido al azar. Nos apoyamos unos a otros, Dios nos usa para que nadie desmaye. Somos escogidos de Dios para su increíble plan, aquí y allí en España.
Por la mañana nos repartimos en tres grupos, unos para pintar, otros para poner el suelo y otros para poner las paredes.Tuvimos la oportunidad de conocer a las hermanas que ayudábamos en sus hogares. Nos mostraron, con las conversaciones que tuvimos con ellas, que tienen una fe grande y a pesar de las limitaciones aman a Dios con todo su corazón.
Por la tarde, un grupo asistió a la iglesia de Juan Tapia, otro grupo fuimos a otra iglesia de la parte de Nuevo Chimbote. Esta vez Benja no tuvo la oportunidad de utilizar sus dotes artísticas para alabar a Dios tocando el bombo, pero ensayara para pronto deleitaros con ese arte que acaba de descubrir aquí en Chimbote.

Día 9. 14 de agosto.

Aarón con su devocional nos compartió la parábola de los talentos. No guardemos lo que Dios nos da. Venimos sabiendo que somos capaces de hacer muchas cosas. Aquí estamos descubriendo que podemos servirle de muchas otras maneras.
”Sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré”
Dios tiene muchas cosas buenas que enseñarnos. En este devocional pudimos compartir la siguiente experiencia donde aprendemos del servicio:
Dos misioneros en Guatemala, después del huracán Mitch, fueron a visitar una familia pobre. Entraron pidiendo algo de comer y les sacaron las últimas tortillas de maíz que tenían.Uno de los misioneros no entendía el por qué de pedirle lo último que le quedaba. Cuando acabaron de comer, uno de los misioneros sacó dos bolsas de harina de maíz para regalarle a la familia.Antes de dar, querían enseñar a compartir.
Esta historia refleja como son aquí, dan todo lo que tienen.
Por la mañana seguimos con el trabajo en las casas.
Por las tarde, de nuevo, estuvimos en las iglesias alabando y compartiendo la palabra de Dios.

Seleccionamos la ropa para dividirla entre Huaraz, donde vamos a ir en unos días, y Chimbote.
Muchas gracias por toda vuestra ayuda, no sabéis lo felices que les estamos haciendo a los niños que reciben simplemente una gorra o un muñeco con el que jugar.
Vuestras donaciones aquí, además de cubrir sus necesidades, les hace sonreír.Muchas gracias por todo, y muchas gracias a Dios por mostrar su amor a través de todos vosotros.